El encuentro entre dos mortífagos (Veronika Alvey-Meir)

Una noche de luna llena, el bosque de Titania parece tranquilo aunque pocos se atreven a entrar, el principal motivo, esa noche los lícantropos se dejában ver en su verdadera forma, como unas horribles bestias, a la entrada del bosque se encontraba un profesor de Hogwarts, Edward Voulgaris, mejor conocido como "Ojos de Serpiente" entre los mortífagos. El motivo por el que se encontraba allí no era profesional, o almenos no en el sentido académico, Edward había acordado encontrarse con una de los mortífagos para informar como iban las cosas en Hogwarts.

Edward no se encontraba en su forma humana, sino más bien en su forma animal, una gigantesca pitón retículada, este estaba en un lateral del sendero de entrada escondido entre las ramas de un árbol obserbando a todo aquel que entrara y saliera del bosque por aquellos terribles, aunque no como el interior del bosque, senderos. Al rato llegó la mortífaga enviada a la reunión, una de las encargadas de torturar a los sometidos, la joven Veronika. Fue entonces cuando Edward saltó del arbol pasando a su forma humana presentándose ante la maga oscura.

-Tu debes ser Veronika, espero que te haya sido de agrado el paseo.

Dijo Edward sabiendo que ella era sangre pura y Slytherin al igual que lo fue él.

Usualmente no hacía trabajo de campo, menos si tenía que ver con Lord Voldemort pero al parecer confiaban lo suficiente para poder informarles de los asuntos que la Directora Avery además de los profesores hacían en los muros de Hogwarts. En cierto modo aquello le parecía divertido, además que nada debido a que no podía corromper a ningún esclavo por ahora. Era una pequeña desgracia pero para eso estaban los favores, ¿no?.

Sus tacones se escuchaban perfectamente por milas, a pesar de que los caminos no estaban exactamente parejos pero no podía salir sin algo de glamour. Tampoco les temía a los licántropos, mientras ellos no se entrometieran en sus acciones. Al llegar a la entrada se sentó en una roca que era lo bastante alta para actuar como silla, hasta le maravilló el ver al informante transformarse frente a sus ojos. Su sonrisa era grande, a la vez que demostraba ser coqueta- Querido profesor, me alegra que haya llegado perfectamente- Dijo falsamente, en verdad no le importaba del todo hasta que las cosas se colocaran mejor- Nuestro jefe quiere saber como van las cosas en Hogwarts...Sabemos que no debe de ser fácil mantener a muchos alumnos en querer hacer cosas tontas.

Aunque, si podía, estaba hasta dispuesta de castigar a quienes lo intentaran. Eso si sería totalmente divertido.